Este fin de semana estuve en Gante por primera vez en muchos años. Felizmente este ciudad de Carlos V sigue siendo una de las perlas de Europa. Además se come muy bien en Gante (por ejemplo en las calles medievales del Patershol). Parece que Gante es cada vez más popular en España - de los turistas que encontre casi la mitad era de origen español.
Pero lo que más me llamó la atención es que las patatas fritas - uno de los tesoros culinarios de Bélgica- parecen en via de extinción. Antes se vendieron en cada esquina, ahora me tomó mucho tiempo encontrarlas. Y cuando por fin podia probar unas verdaderas patatas fritas belgas, desafortunadamente ya no tenían el sabor de antes.
Parece mentira, pero tengo la impresión que hoy en dia en Amsterdam se comen mejores patatas fritas belgas que en Gante.
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